Quién es Maïté Issa y cómo se ha convertido en una manifestadora experta

Mi historia empezó como empiezan las grandes historias: tocando fondo. De pequeña odiaba mi cuerpo y crecí con un rechazo importante hacia él. Ya, de mayor, empecé a trabajar y a adquirir mucho éxito profesional, pero esto solo era externo. Por dentro, seguía mal, desubicada, sin identidad. Estaba con parejas solo para sentirme válida y elegida. Caí en un pozo de malestar y de crisis de identidad que me hizo mudarme sin parar de un país a otro buscando mi sitio. Pero este nunca llegaba. 

Quería escaparme de mi mente y lo que hacía era escaparme de lugar, repitiendo siempre el mismo patrón. Nunca podía encontrar mi lugar físico porque lo que necesitaba era encontrar mi lugar interno. 

Un día, no sé si impulsada por la desesperación o por qué exactamente, todo cambió. Todo ocurrió en un viaje que realicé a Sri Lanka, exactamente en una excursión en la jungla. Estando allí, llegué a un monasterio budista. No había casi nadie, pero un monje se me acercó, me puso una pulsera en la muñeca y recitó un mantra. Yo no sabía qué significaba y nunca lo sabré, pero me transmitió una paz y una tranquilidad que nunca había sentido. De pronto, todos mis diálogos negativos se apagaron y tuve una revelación que me cambió la vida. Me dije a mí misma: “si puedo usar mi mente para destruirme, por qué no puedo utilizarla para crear la vida que quiero”. 

Y así es como entré en este mundo apasionante. Empecé a cambiar mis raíces y mis creencias y a crear la vida que merezco y quiero. Y lo conseguí con mucho trabajo de visualización, de autoconocimiento y de autoestima.

Ahora soy una mujer de éxito que ha encontrado su lugar interno y externo, que ha pasado de no poder pagar el alquiler a ser millonaria y, sobre todo, una mujer que se quiere y que cree inmensamente en la capacidad de todas las mujeres para crear la vida que sueñan. 

Y sabía que mi poder era ilimitado y por eso sabía también que esto no me lo podía quedar solo para mí. Así que después de mucha formación, hoy soy la fundadora de la primera Comunidad de Manifestadoras Expertas que reúne más de 300.000 mujeres. Y es que, tras mi camino de transformación, veía a muchas mujeres cuestionándose y pensé: necesitamos más mujeres en el poder, pero si seguimos saboteándonos no lo conseguiremos. Por eso, cuando yo hice el cambio, me lancé a ayudar a otras mujeres.